¡Nunca fui gimnasta o deportista!
Menciono eso a priori por la cantidad de veces que me lo han preguntado y los pequeños prejuicios que tenemos en este sentido antes de iniciar la práctica física.
¡Y esto es lo que hizo y sigue haciendo el camino tan bonito!
Antes que nada me considero un estudiante de yoga. Desde que comenzó mi camino en esta disciplina ancestral, se ha convertido en parte central de mi vida.
Ciertamente nunca me imaginé siendo un “profesor de yoga”. Sin embargo, honro este rol y con mucha humildad espero poder compartir contigo lo que la práctica me ha enseñado.
Siempre he sido deportista de alta demanda.
Ágape es un término griego que significa amor. En el sentido más puro de la palabra: universal e inagotable. Es una palabra utilizada no sólo en la filosofía platónica, sino también en textos religiosos. Ágape es amor más allá de personas, objetos, etiquetas. Más allá de expectativas. Desinteresado. Auténtico.
Si nos imaginamos un globo lleno de aire, Ágape es sentir el aire que nos infla, que llevamos dentro. Ágape es saber que solo es posible flotar por el aire que existe afuera. Y sobre todo, Ágape es entender que es el mismo aire.
Yoga por su parte, es una práctica milenaria, 2500 años de filosofía. Solemos encontrar varios significados: unión del alma individual con Dios; conexión con el universo. Sin embargo, la manera de abordar algo tan amplio es comenzando por despertar la consciencia de nuestro cuerpo físico. Por desarrollar atención concentrada, con sentido, de buscar unir el cuerpo mental, con nuestro movimiento. Allí comienza un viaje. Contigo. Y hacia ti.
En Ágape buscamos ser esa comunidad que te acompañe en tu propio viaje.
¡Nunca fui gimnasta o deportista!
Menciono eso a priori por la cantidad de veces que me lo han preguntado y los pequeños prejuicios que tenemos en este sentido antes de iniciar la práctica física.
¡Y esto es lo que hizo y sigue haciendo el camino tan bonito!
Comencé a descubrir el yoga en el año 2014, en Caracas – Venezuela. Tras dos años de práctica diaria, en el año 2016, decidí ir a la India por 6 meses. A vivir en un Ashram y formarme como profesora de Yoga – asanas. ¡En la cuna del yoga! Allí realicé mis primeras 500 horas de certificación. India es un “antes y un después” en mi manera de aproximarme a la práctica de yoga, y es allí donde conocí a mi primer MAESTRO: Krishna Sikhwall.
De su mano conocí el corazón de la práctica. Más allá de sus formas, la verdadera filosofía que hay detrás. Krishna nos decía constantemente: “¿por qué tanto afán por hacer el escorpión, si aún no se han graduado como seres humanos?”. Su guía fue fundamental para mi entendimiento del yoga. Me despertó curiosidad. Me despertó la cualidad del buscador. Me hizo hacer las paces con la tan polémica palabra: FE.
Trato de seguir honrando sus enseñanzas y transmitiendolas en mis clases regulares, ¡por eso los 15 minutos de filosofía son la piedra que sostiene a Ágape!
Uno enseña lo que practica. Uno enseña cómo lo vive, cómo lo siente. Desde el año 2019 me he sumergido en el aprendizaje y entendimiento del método del Ashtanga Vinyasa Yoga. Siguiendo el linaje de nuestros maestros: Manju Jois, Tarik y Lea y Tabata Trejo. De igual forma, bajo la tutela de David Kyle y Tiago Rocha, seguimos compartiendo la magia de la hermana rebelde del Ashtanga Yoga: Rocket Yoga.
Desde que comencé a formarme todos los años voy a practicar 8 semanas fuera de España bajo la tutela de mis profesores. Así como complemento la práctica con cursos constantes de Anatomía, Asanas y Filosofía. ¡Seguir creciendo para seguir transmitiendo!
Actualmente, vivo en Málaga, coordinando la preciosa comunidad de Agape Yoga con mi compañero, Keith Doherty y mi madre, Aura Dominguez.
Antes que nada me considero un estudiante de yoga. Desde que comenzó mi camino en esta disciplina ancestral, se ha convertido en parte central de mi vida.
Ciertamente nunca me imaginé siendo un “profesor de yoga”. Sin embargo, honro este rol y con mucha humildad espero poder compartir contigo lo que la práctica me ha enseñado.
Life is constantly moving and changing. As we are part of life, we can explore this movement. Through doing so, the exploration of movement becomes an exploration of the self.
Mis clases están influenciadas por los estilos de Ashtanga Vinyasa y Rocket Yoga. A traves de esta ultima, it opened my mind to the world of handbalancing and how these can be another tool in my yoga practice. The sweet spot between strength and calmness leads me to harmony in the present.
Estos movimientos dinámicos se encuentran complementados por las prácticas enfocadas a la pausa del Yin Yoga.
Aunque esta sección es en teoría “about me”, lo primero que me ha enseñado el Yoga es que IS NOT. Yoga ha existido desde siempre. Y así continuará.
Siempre he sido deportista de alta demanda.
Correr distancias largas y nadar en aguas abiertas ha sido el motor que ha marcado mi entrenamiento deportivo por casi 45 años de mi vida.
Siempre ha existido un denominador común. Desde muy temprano en mi entrenamiento físico me impulsaba profundamente el entendimiento de la actividad que realizaba. Si, soy de las personas que necesitan la comprensión antes que la acción. Precisamente, al entrar el yoga a mi vida un término cautivó mi atención: Alineación.
Pero el yoga fue más profundo. Me enseñó a darle una connotación diferente a lo meramente físico: Alinearse desde lo externo a lo interno, desde lo burdo a lo sutil.
Comencé la práctica de Yoga en mi país de origen Venezuela, específicamente en Caracas, en el año 2014. Mis estudios comenzaron en el 2018, con un instructorado de 200 horas en mi país, en la modalidad de Hatha Yoga. Siguieron una serie de certificaciones en el área práctica y filosófica donde he ido conociendo y experimentando los profundos beneficios de la práctica de Yoga en mi ser.
Hoy día entrego mi tiempo al estudio, enseñanza e integración de lo que he aprendido -y continúo aprendiendo-, dándole un gran valor a esa motivación inicial que yacía en la base de mi entrenamiento deportivo y que hoy trato de cada dia honrar lo que significa encontrar la alineación con mi ser interior.
Con muchísimo amor comparto las práctica de Hatha Yoga, Hatha Vinyasa Yoga y Yoga Restaurativo en Agape Yoga Málaga.
Entre mi casa y Ágape hay más de 5 espacios donde imparten clases de yoga, pero elijo las clases con Mafe. Su esencia vital, dinamismo y profesionalidad hacen que cada clase sea una experiencia única dejándonos un mensaje para el alma que siempre nos mueve por dentro. Muy recomendable y perfecta relación calidad precio.
Un lugar mágico, mejor dicho unos maestros especiales, porqué en sí el lugar es lo de menos, donde ponen su cariño y su alma en cada una de las prácticas. Dónde la esencia del Yoga se respira en todo momento.Y dónde siempre aprendemos un poquito más de esa filosofía con las lindas palabras de mí querida Mafe. Gracias 🙏❤️
Ágape yoga es un espacio para crecer dia a dia, a nivel físico y sobre todo a nivel espiritual. Mafe y Keith son maestros encantadores, atentos y conocedores de cada una de las posturas que mejor se acomodan a cada cuerpo. No fue hasta encontrar Ágape donde me di cuenta de mi pasión por el yoga.
Conocí a Mafe hace bastante tiempo en un taller de saltos en su antigua salita y enseguida quedé fascinada. Su pasión por transmitir la filosofía, su cariño, su cuidado ajustándote es un regalo, su amabilidad… A pesar de vivir bastante lejos de la sala no puedo dejar de practicar en Ágape, es mi momento de autocuidado y paz. Lo recomiendo muchísimo, cuando pruebas una clase es imposible no volver. Gracias Mafe por tu dedicación y entrega.
Totalmente recomendable, atienden en todo momento las necesidades de cada alumno para que podamos progresar en nuestra práctica personal. Sientes que estás en buenas manos desde el minuto uno, Los profesores, a parte de profesionales , son un amor de persona. Sus clases enganchan!
I’ve practiced all kinds of sports but yoga has really opened new ways to get to know my body. The classes are the perfect blend to gain strength, flexibility, and mobility. Mafe has a special talent to teach yoga and she puts her heart into every single lesson. I feel very lucky to have met this woman and I can’t wait to see where this yoga journey takes me.
I fall in love with this place and Maria from the first time I closed my eyes and started to breath.Yoga viniasa is great, all place has great energy and the practise is incredible,I highly recommend this place from all my heart, because it is about what yoga is supposed to be- sharing, taking care of each other and feel united.Not just only while we practising on our yoga mat but also out of it.
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